“Cuando yo sea presidenta quiero contar con una ley de medios como esta”. La risa que soltaron casi todos los diputados del plenario de comisiones que trataba la Ley de Medios cuando la diputada Paula Cecilia Merchán arriesgó esta frase sirvió para descomprimir la tensión que allí se vivía. Ella y su ladera de siempre, Victoria Donda, fueron fuertes impulsoras del proyecto de Cristina Kirchner y su bloque, Encuentro Popular y Social, se transformó en un equipo bisagra a la hora de inclinar, para un lado o para el otro, una votación en la Cámara de Diputados.

Las dos provienen del Movimiento Libres del Sur, que comandan los hoy ex piqueteros y funcionarios K, Jorge Ceballos y Humberto Tumini. En la Cámara Baja, integran el bloque con el presidente, Ariel Basteiro, Vilma Ibarra y el ex vicejefe de Gabinete, el socialista Jorge Rivas. Pero en el debate de la Ley de Medios Audiovisuales, fueron las dos jóvenes legisladoras las encargadas de llevar adelante tanto la oratoria como la pelea cuerpo a cuerpo son sus pares críticos.

Su relación con el oficialismo fue y es ambigua. En primera instancia fueron un bloque alineado casi en forma directa, pero a medida que el kirchnerismo fue mutando se amplió la distancia. Todo se resolvió definitivamente cuando Ceballos renunció a su cargo en el Ministerio de Desarrollo Social, Tumini cortó la cuerda con Néstor Kirchner y Alberto Fernández, pareja de Ibarra, se ganó definitivamente la enemistad del ex presidente, a quien acusó incluso de pincharle el teléfono y hackearle la cuenta de correo electrónico.

El revés más grande que dieron al gobierno, que no pudo ser un golpe mortal como el de Julio Cobos con la resolución 125, fue cuando votaron en contra de la ley de blanqueo de capitales. En esa ocasión fue Vilma la “vocera” del bloque. Pero en la Ley de Medios, fueron Merchán y Donda las que tomaron el estandarte.

Cuando en la reunión de comisiones de ayer se leyeron las 215 modificaciones que sufrió el texto original bajado desde Presidencia, en los más importantes se aclaró que se habían tomado sugerencias del bloque Encuentro Popular y otros, como el SI o el socialismo.

Ellas fueron las que llevaron los pedidos al presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, entre los que aparecen la autarquía del Órgano de Aplicación –ya no depende del secretario de Medios, como indicaba el texto original- y todos los cambios hechos, justamente, sobre ese órgano. Estas son dos de las principales críticas que tenía el texto del interventor del Comfer, Gabriel Mariotto, junto con el tema de las telefónicas. Donda y Merchán también criticaron este punto que, finalmente, dio de baja directamente la presidenta.

Estrella mediática

Merchán es una diputada que mantuvo siempre un perfil bajo, pero que saltó al protagonismo en el debate de la Ley de Medios. Se transformó en la principal vocera de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, autora de los 21 puntos en los que se basa el proyecto oficialista. Por eso también criticó hasta que se fue la puerta que el gobierno le abría a las telefónicas en el negocio de los medios. Entre ellas hablaban de esto como del “punto 22”.

Envalentonada por el respaldo que tuvo en cada una de sus alocuciones sobre este proyecto gracias a la amplia presencia de representantes de este grupo que tuvo el Congreso a lo largo del debate, Merchán provocó aplausos cada tres o cuatro párrafos de sus discursos. Así fue como, gracias a su muy buen sentido del humor, llegó a la ocurrente frase que abre este artículo.

La cordobesa de 39 años posee una estrecha relación con los medios. Sólo basta revisar su currículo para encontrarse con su título: licenciada en Comunicación Social. Pero no se queda ahí la cosa, sino cómo ejerce ese título.

Es docente de cursos como “Producción de Medios de Comunicación – El Lenguaje Gráfico”, “Medios de Comunicación y Discursos Sociales”, “Planificación de Proyectos de Comunicación” o “Medios, Comunicación y Educación”. También fue Directora y productora de Cine y Televisión en el Largometraje Documental Pan y Productora del Largometraje “Los Perros”. Esto explica –y tal vez justifica- su espíritu de lucha por este proyecto.

Igual, cada vez que tomó la palabra, aprovechó para marcar que su identificación con este proyecto nada tiene que ver con alguna sintonía con el kirchnerismo. Esto mismo señaló hoy cuando habló en del debate final de Diputados, apuntando a los “negocios” que hizo el gobierno con los medios.

“Para nosotros la fusión de Cablevisión y Multicanal y la prórroga por 10 años en las licencias a las telefónicas que entregó Néstor Kirchner fueron acuerdos a los que llegó este mismo gobierno”, planteó. A su vez, rescató la modificación al artículo 47º para que “no se pueda modificar nada de esta ley por fuera del Congreso”. Una manifiesta prueba de temor a la lapicera K.

Muñeca Brava

Donda tuvo su pico de aparición en la discusión de la Ley de Medios cuando un colaborador suyo protagonizó un choque con un asesor nada menos que de Graciela Camaño, la diputada K que se le dio vuelta a Rossi en este proyecto tomando una posición netamente opositora. La cosa llegó a las manos cuando el grito en dirección Camaño llevó las palabras “andá a buscar el cheque de Rendo”, en mención al director de Relaciones Externas de Clarín.

Se diferencia de su compañera en el perfil. La joven Victoria Donda Pérez es notablemente participativa en el Congreso, siempre sonriente, prolija y coquetamente vestida, recorre los pasillos saludando a cuanto diputado se cruza. Claro está, gana cierta predilección entre los diputados hombres merced a su llamativa figura.

Pero su simpatía choca directamente con su carácter. A la hora del debate, es una dura y verborrágica diputada, capaz de a levantar más de un desprevenido. Esta característica responde directamente a su pasado de militancia: Victoria es hija de desaparecidos, nacida en agosto de 1977, en la emblemática Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

Para conocer el resto, basta visitar su página web, que habla por sí sola. Musicalizada con Juguetes Perdidos, un emblemático tema de los Redonditos de Ricota con cadencia de marcha combativa. Lo demás lo muestran sus fotos: Aparece ladeada desde Estela de Carlotto hasta Horacio Verbitsky, pasando por Hugo Chávez o el presidente de Paraguay, Fernando Lugo.